Espero que todo siga bien.
Me marcho unos días. Voy a parar mi actividad laboral para conectar y desconectar. Para recargarme de energía y disfrutar de unos merecidos días de descanso con mi familia.
Quería despedirme con una reflexión:
¿Recuerdas esas películas donde el personaje se hundía en arenas movedizas? Mientras el personaje más luchaba y se agitaba por escapar de las arenas, más terminaba hundiéndose en ellas. Ocurre que, al caer en arenas movedizas, los intentos de lucha son lo peor que podemos hacer. Lo único que se puede hacer con las arenas movedizas, es extender el cuerpo y tratar de entrar en contacto, lo más posible con ellas. Este es el truco. Los instintos te ordenan luchar, pero actuando de ese modo, terminarás ahogándote.
Aceptar no es resignarse.
Aceptar es acoger lo que viene, lo que nos pasa en cada momento, y desde esa posición cambiar lo que esté en nuestra mano y dependa de nosotros.
Las circunstancias y lo que está fuera de nuestro círculo de influencia no se pueden controlar. Soltar, fluir y ajustar las expectativas a la realidad es clave para poder para salir del círculo de preocupación y trabajar desde lo que sí podemos hacer.
A: Acoge y abraza lo que te pasa en cada momento, aunque no te guste.
C: Cambia lo que esté en tu mano y suelta el control.
E: Elige siempre desde el amor, y no desde el miedo.
P: Pon en marcha aquello que depende de ti.
T: Tiempo: date tiempo y evita las prisas.
A: Agradece cada circunstancia.
Aceptar requiere tiempo y agradecimiento.
Te invito a que, en tus días de descanso, pares, reflexiones, te conectes contigo y trabajes la aceptación para recibir lo que pueda venir.
¿Qué estás aceptando y qué no?
No pretendas que las cosas ocurran como tú quieres. Desea, más bien, que se produzcan tal como se producen
Epitecto
Comentarios recientes